Flora

Estás en: Inicio | Flora

La Vall d’Ebo, igual que otras partes de nuestro territorio, ha sido duramente y repetidamente castigada por los incendios forestales. A pesar de esto, todavía nos podemos encontrar zonas representativas con la vegetación potencial del territorio. Además, y como consecuencia de los incendios, también podemos encontrar toda la secuencia degradativa en las comunidades vegetales, las cuales pasamos a comentar brevemente.

Las diversas formaciones vegetales las podemos describir como climatológicas, si están directamente relacionadas con el clima y el suelo del territorio, y como edafogénicas, si dependen directamente de la humedad, la salinidad, la nitrofilia u otros factores. Vamos a hablar un poco de las primeras.

Como representante de la vegetación potencial sobre suelos calcáreos de la zona litoral seca o subhúmeda encontramos los carrascales, los cuales podemos definir como formaciones boscosas con predominio de la carrasca. Constaría de los siguientes estratos de vegetación:

Estrato arbóreo, con carrascas (Quercus rotundifolia y Quercus ilex).
Estrato subarbóreo denso, con lentisco (Pistacilentiscus), espinales (Rhamnus sp.), genebres (Juniperus sp.).
Estrato con lianas, como la zarzaparrilla (Smilax aspera), madreselva (Lonicera implexa), videla (Clematis flammula), rogeta (Rubia peregrina), etc.
Especies características y diferenciales termófilas: palmito (Chamaerops humilis), ginesta (Osyris quadripartita), etc.

 

Actualmente, solo podemos encontrar carrascales con estas características, muy conservados, en unas pocas zonas del término, especialmente en la “montañita”. A pesar de esto, la carrasca y muchas de las especies a ella asociadas son relativamente frecuentes en todo el territorio.

La degradación de los carrascales deriva en primer término en un lentiscos, con un claro predominio del lentisco, carrasco (Quercus coccifera), palmito, genebre, espino negro (Rhamnus lycioides), acebuche (Olea europaea var. sylvestris), algarrobo (Ceratonia iliqua), etc. Estas especies crean un ambiente sombrío, lo cual hace que el estrato herbáceo sea muy pobre, destacando el listón (Brachypodium retusum). Todavía podemos encontrar lentiscos, formando pequeñas colonias en las zonas más protegidas de la acción humana.

La segunda etapa de sustitución origina matorrales (timoneles, romerales, esteperos, etc.), las cuales son formaciones abiertas dominadas por plantas con una estatura menor de un metro. Constituyen los verdaderos chaparrales, con especies como el romero (Rosmarinus officinalis),  cepell (Erica multiflora), estepa (Cistus albidus), aulaga (Ulex parviflorus), etc. Esta comunidad está bien representada en el territorio, especialmente en zonas repetidamente quemadas.

Por último, la tercera etapa de sustitución en la serie degradativa, es la formada por los pastoreos, constituida por praderas secas, situadas en zonas muy degradadas del bosque y matorral, las cuales se mantienen gracias a la humedad climática. Las especies más abundantes pertenecen a las gramíneas y a las leguminosas.

Atención especial merecen las áreas con pino carrasco (Pinus halepensis), las cuales son restos de pasadas repoblaciones, pero como consecuencia de su carácter pirrófito también son escasas hoy en día.

En cuanto a las formaciones edafológicas, comentaremos primero los baladrars, dominados por la adelfa (Nerium oleander ), muy abundante a lo largo del río Girona. Normalmente va acompañado de zarzas (Rubus ulmifolius), y de rosales silvestres (Rosa sp.), haciendo impenetrable en muchos puntos la rambla del río. Un segundo tipo de comunidades edafológicas son las nitrófilas, es decir, aquellas con afinidad por medios ricos en elementos nitrogenados solubles, los cuales van ligados a la actividad humana y ganadera (bordes de caminos, campos de cultivo, corrales, etc.). Son comunidades con un elevado número de especies, muchas de ellas cosmopolitas y otras exóticas. La vegetación nitrófila es un excelente bioindicador de la degradación. Como ejemplo, podemos citar a las ortigas (Urtica sp.), varilla de Sant Josep (Asphodelus fistulosus), blet (Chenopodium album), y numerosas compuestas, etc.

Otras comunidades más especializadas, también presentes en el territorio, son aquellas formadas por vegetales que viven en las zonas de umbría donde el agua regala , con falzia de pozo (Adiantum capillus-veneres), o en zonas con una elevada humedad edáfica, con juncos. (Pascual Durà)

A continuación, ofrecemos un listado (no exhaustivo) de la Flora local que hemos podido catalogar gracias a la colaboración de la Consellería de territorio y vivienda, “Costumario Botánico” de Joan Pellicer (Ed. elBullent), y la paciencia de Joan-mi, Pep, Pascual y otros. (Lo “+” señala los endemismos).

Te puede interesar:

Ir al contenido